lunes, 19 de diciembre de 2011

COCINANDO ÓPERA

Voy a desarrollar algunos temas monográficos, que han ido saliendo, cuando hacía el Menudeo de Rossini. Éste, se refiere a la segunda faceta importante de su vida: la gastronómica. Comencemos con unas palabras de Alessandro Falassi, antropólogo cultural y miembro de la Accademia della Cucina Italiana: “Si no hubiera sido un famoso compositor, a Rossini, la historia, sin duda, lo habría clasificado como uno de los más grandes gastrónomos del siglo XIX. Para él, el Cisne de Pesaro, fue el mayor ejemplo de un hombre "que podía haberse convertido en un célebre gourmet, si su genio musical, no hubiera eclipsado su talento gastronómico".

Antecedentes
Caricatura Rossini
Las biografías de Rossini, abundan en hechos reales y leyendas, la mitad de las cuales, son gastronómicas. El célebre autor, era una persona de buen carácter que gozó de los placeres de la buena mesa y del amor, pues tenía un hedonismo muy marcado. El gusto culinario despertó muy pronto en él. Dícese que, de niño, le encantaba hacer de monaguillo, en la iglesia de su pueblo natal de Pesaro. La razón era que le gustaba mucho el sabor del vino para consagrar. Desde pequeño, muestra aptitudes musicales pero era poco amante del trabajo. Cómo castigo por su pereza, le pusieron a trabajar en una herrería. Y no pudiendo resistir el ruido, se aplicó más en los estudios. Quizás su capacidad de buen gourmet, se debería en parte a su nacimiento en la región de Le Marche, una zona en la que se da una excelente y variada producción de comidas.

Fachada Teatro La Fenice
Venecia
Su carrera fue meteórica: hizo su debut con dieciocho años y se consagró con veintiuno. El Teatro Corso de Bolonia, Ferrara, el Teatro de la Scala de Milán, La Fenice, San Carlo,... Todos los centros famosos le pedían que escribiera óperas. Así, aclamado por muchos, visitó Viena y Londres, donde ganó una fortuna. En Viena se entrevistó con Beethoven, quien le aconsejó “que escribiera más Barberos”.

Isabella Colbran
primera esposa Rossini
Anécdota simpática e interesante es una, referida al estreno de ‘El Barbero de Sevilla,’ en la Roma de 1816. La primera representación fue un grandísimo fiasco, pero, al día siguiente, fue un rotundo éxito y desde aquel día, no ha parado. Rossini, que tenía, entonces, veinticuatro años, escribió a Isabel Colbran (la que sería su segunda esposa), sobre el triunfo, pero, además, decía: “Pero lo que me ha interesado, más allá de la música, mi querida Isabel, ha sido el descubrimiento que he hecho de una nueva ensalada, de la cual te estoy enviando la receta tan pronto como pueda”.

Cocina y Óperas rossinianas
Dentro de sus óperas, hay referencias culinarias. Su primer biógrafo, Stendhal, que no goza de mucha credibilidad, cuenta que el aria “Di tanti palpiti (De tantas angustias)” del “Tancredi”, fue la más popular de Europa en su tiempo, y se la conocía, comúnmente, como, el "aria del arroz", pues, era fama, que Rossini la compuso en Venecia, mientras terminaban de cocinarle un risotto.

Otra aria, la famosa “Nacqui all’affanno e al pianto (Nací para sufrir y llorar)” de “La Cenerentola (La Cenicienta)”, se le ocurrió, en poco más de un cuarto de hora, en la esquina de una mesa de taberna, en Roma, rodeado de amigos, que estaban bebiendo y divirtiéndose.

Don Magnifico y sus "hijitas"
Es el caso, otra vez, de “La Cenerentola”, al comienzo del acto II, donde, Don Magnifico canta una de sus arias. Está ilusionado porque cree va a casar a alguna de sus dos hijas “oficiales”, con el príncipe (a la pobre Cenicienta, no la reconoce como hija). Él imagina, cuando sea padre de princesa, que una multitud de gente, va a venir, solicitando favores. Los atenderán en lo que pueda, pero, a cambio, espera recibir, toda suerte de dones. El texto, traducido del italiano, dice así:
“…. En todas partes, estaré atestado y rodeado, de memorias y peticiones, de gallinas y esturiones, de botellas, de brocados, de candelas y escabeches, de pastas y pastelitos, de caramelos y confites, de piastras y doblones, de vainilla y de café….”.

Existen otras ópera que también hacen referencia a la cocina: “L’italiana in Algeri”, “La cambiale di matrimonio”, “Il viaggio a Reims”, “Ciro in Babilonia”, y, en algunos, de sus “pecados de vejez”, dedicados a los rábanos, los pepinillos, las anchoas, la mantequilla, los higos, las uvas pasas, las almendras y las avellanas.

Años difíciles
El mito o la realidad de su pereza, sigue latente en nuestros días. Tras el estreno de “Guillermo Tell- 1829”, tuvo, como ya sabemos, una retirada voluntaria. No compuso óperas pero siguió haciendo música. Vivió entre Bolonia, Florencia, Paris y la campiña francesa. Antes de instalarse definitivamente en Francia (ocurrió en 1855), hubieron de pasar casi veinticinco años (1830/1854), que fueron los más difíciles de toda su existencia. Una serie de circunstancias se confabularon negativamente.

Entre ellas, la más importante, fue la enfermedad sifilítica que padecía. Era un verdadero tormento, no sólo por la propia dolencia, ya que los tratamientos a los que estaba sometido le provocaban muchos suplicios. Constituyó un verdadero calvario, superar estos cinco lustros, que llegaron a afectarle, mentalmente. Remontada, con éxito, la sífilis, mediante un tratamiento revolucionario para la época,  comienzó la etapa final de su vida (1855/1868), la francesa, la de la paz, la tranquilidad y el disfrute. El matrimonio Rossini, se estableció en un lujoso piso del casco urbano (Chaussée d’Antin) y, construyeron una villa en Passy, a las afueras de la ciudad.   

Etapa parisina
Villa Rossini en Passy
Asentados magníficamente él y su esposa, Rossini se dedicó a cultivar relaciones sociales, a través de las famosas cenas gastronómico-musicales, de los sábados, en sus dos residencias. Los biógrafos, hablan de su amistad con Antonin Carême, el genio de la cocina del siglo XIX, que habló de Rossini como: "el único que realmente me ha entendido". Durante muchos años, los dos hombres intercambiaron muestras de respeto culinario y artístico.

Marie Antoine Careme
A Rossini, le ofrecieron trasladarse a América. Se lo dijo a Carême, en estos términos: "Me gustaría ir a Estados Unidos, Maestro, pero sólo si tú me acompañas". Este gran cocinero, envió a Bolonia, donde residía Rossini, en ese momento, un juego de paté y él le respondió con un aria.

Gustos culinarios
Parece que, si exceptuamos los años juveniles, en los que la mayoría de los italianos, comían y bebían copiosamente, puede decirse que Rossini, era, más bien, contenido y meticuloso en sus gustos. Se tomaba la molestia de conseguir buenos vinos de todo el mundo, incluyendo los de países tan lejanos como Perú. En sus años de madurez se mostraba más que orgulloso de su cava. Le encantaban ciertos productos boloñeses. Nada lo hacía tan feliz como los quesos, salchichones y jamones, que sus amistades le enviaban a París, de vez en cuando.

Valoraba estos regalos más, que todas las condecoraciones y homenajes que había recibido. Le interesaban, en especial, ciertas recetas, y su, debilidad por el paté de foie-gras, era notoria. Se apunta, que, asimismo, le gustaba el paté de pollo con cangrejos a la mantequilla y le encantaba, la carne de filete de buey adobada, con trufa y foie-gras.

En términos generales, los alimentos muy condimentados, no eran de su agrado. Le interesaban los productos sencillos pero genuinos. Era un gastrónomo de gusto diverso. Apreciaba la cocina de autor, la italiana, la francesa, y la internacional. De cada una de ellas, eligió lo que más se ajustaba a su gusto cosmopolita.

Recibía aceitunas de Ascoli, trufas italianas, panettone de Milán, stracchini de Lombardía, zampones de Módena, mortadela y “cappelli del prete” de Italia, jamón de Sevilla, quesos Stilton de Inglaterra, nougat de Marsella y sardinas reales. Su gusto vínico era igualmente amplio. Su cava contenía botellas de su propio viñedo de las Islas Canarias, de Burdeos, vino blanco de Johannesburgo que Metternich le enviaba a Málaga, botellas de Marsala, así como Madeira y Oporto que le remitía su gran admirador, el rey de Portugal. En París, Rossini nunca perdió la oportunidad de saborear el pavo relleno de trufas.

Las Trufas
Trufa Blanca
El nombre de Rossini, está asociado al foie gras y a las trufas. Tenían una gran debilidad por ambos productos. Por este motivo, la mayor parte de los platos que llevan su nombre, son generalmente a base de trufa y foie. Según Burton Anderson, autor del libro “Treasures of the Italian Table”, Rossini, prefirió siempre los Tartufi bianchi d’Alba o trufas blancas de su tierra natal, por encima de la trufa negra, más común en la gastronomía parisina decimonónica.

Barbero a doble jornal
Rossini, afirmaba haber llorado, sólo tres veces en su vida: la primera por el fiasco de “El Barbero”, la segunda, cuando escuchó a Niccolò Paganini tocar el violín, y finalmente, en un almuerzo, al caerse por la borda, un pavo relleno de trufas, cuando iba de excursión en un barco. Esta historieta, tiene doble versión. La Segunda Opción, afirma que sólo lloro dos veces: en la muerte de su padre, y por el pavo trufado (eso no varía). Aún hay otra interpretación: vuelven a ser tres veces, con la primera y la última que no varían. Se cambia a Paganini por el canto de Carafa.
 
Los Macarrones
Dicen que era un devorador de macarrones y sentía auténtica pasión por ellos. Solía comentar que, para que resultaran apetitosos, era necesario una buena pasta, excelente mantequilla, salsa de tomate y un buen parmesano. Y, por supuesto, una persona inteligente que supiera cocer, aderezar y servir. Pierre Lacam, pastelero del príncipe Carlos III de Mónaco, nos refiere la singular manera en que Rossini preparaba sus macarrones: una vez cocidos, les inyectaba foie gras con una jeringa y volvía a pasarlos por el fuego con mantequilla, queso parmesano y gruyere.

Macarrones dulces
Anteriormente, en Francia, solo se conocían los macarrones dulces de pasta de almendras, introducidos por los cocineros de Catalina de Medicis. Seguramente, se popularizaron los macarrones de pasta salada en Francia, gracias a Rossini. El compositor, no dudaba en dar detalladas indicaciones a los maîtres, sobre la manera en que prefería que se los preparasen. Cuando se instaló en Passy, cerca de París, los hizo muy populares. Parece ser, que se gastó una fortuna,  intentando montar una máquina de hacer macarrones.

Creaciones
Canelones Rossini
Le encantaba el arte culinario. Le causaba placer cocinar e inventar platos, con los que agasajaba a sus amistades. Se distinguió por tener muy buen gusto en su paladar y por ser un excelente cocinero. La tradición dice que, el Maestro, creó varias recetas: los “canelones Rossini” (rellenos de trufas y foie gras), el “tournedó Rossini (parte lateral del solomillo)” y un delicioso “Risotto de tuétano”. A él se debe, también, la popularidad de la cocina italiana en Europa.

Tournedó Rossini
Caricaturistas del siglo XIX, de París, presentaban, a menudo, a Rossini con los utensilios que usaba para preparar sus platos favoritos. Además de estos tres enumerados, intervino de manera directa o indirecta, en otras recetas, como: Faisán Suprême alla Rossini y Sopa de macarrones alla Rossini.

Existe un aliño de ensalada a la Rossini, cuya receta dictó así, el propio compositor: “Tomar aceite de Provenza, mostaza inglesa, vinagre francés, un poco de zumo de limón, pimienta y sal. Batirlo y mezclarlo todo. Echar después algunas trufas, cortadas cuidadosamente en trozos menudos. Las trufas dan a este condimento, una especie de nimbo capaz de sumergir a un gourmet en el éxtasis”.

Los Turnedós
Sobre los famosos tournedós a la Rossini, cuenta la historia que,  Adolfo Dugléré, chef principal del Café Anglais parisino, era gran amigo y admirador de Rossini. Él, a su vez, llamaba al chef, el “Mozart de la cocina”. Una noche en la que compositor fue a cenar, le propuso que saliera al comedor y delante de los comensales, improvisara un plato nuevo. El chef dijo que era una persona tímida y que no estaría a gusto. No trabajaría bien. Rossini le dijo –“Eh bien, faites-le tourné de l’autre coté, tournez-moi le dos (Pues bien, hágalo vuelto del otro lado, es decir de espaldas al público). Entre las ideas que Rossini aportó al plato, y la maestría del chef, nacieron los tournedós (tournez le dos), que han hecho figurar a Rossini, en el libro de honor de la gastronomía.

Solomillo para condimentar
El tournedó, se obtiene de la parte lateral del solomillo. Su forma es redonda, su grosor no supera los cuatro centímetros y pesa entre 100 y 125 gramos. Suele figurar en las cartas de muchos restaurantes bajo el nombre de medallón, del original francés. Los autores del "Dictionnaire historique de la langue francaise", dudan de que esta historia, sea el origen de la palabra tournedó. No obstante, así aparece registrada en los diccionarios. Incluso los lexicógrafos del "Oxford English Dictionary" la recogen, sin dudar de su procedencia.

Aprovechar la fama
Pavo relleno
No todo lo que lleva el apelativo de Rossini, fue invención del músico-gastrónomo. Varios de los grandes chefs del mundo han honrado al Maestro con creaciones como el Pollo a la Rossini, el Filete de lenguado a la Rossini, el Pavo relleno a la Rossini,  Huevos a la Rossini, Filete mignon a la Rossini, Arroz a la Rossini, Tallarines a la Rossini,….. Podemos encontrar además, innumerables preparaciones “a la Rossini”, como, huevos revueltos, pulardas, tortilla, supremas de ave, filetes de lenguado, pollo salteado. Muchas, tienen en común, la presencia de foie gras y trufas, por lo general salteadas. La cocina española goza también de un plato con el nombre del compositor: los canelones Rossini. El canelón, es una de las pastas más antiguas, se ignora quién la inventó; según gastrónomos italianos es fruto del ingenio popular.
Tarta de Manzana

También hay postres dedicados a Rossini: los Fígaro (finas galletitas). Con motivo del estreno, en la Ópera de París, del “Guillermo Tell”, se sirvió uno nuevo esa noche del 3 de agosto de 1829. Un pastelero de París, fue su creador. Se trataba de una tarta de manzana, decorada con una ballesta, y una flecha que atravesaba una manzana azucarada.

Importancia
El famoso libro de recetas, escrito por Escoffier, se ha convertido en la biblia culinaria de la cocina moderna. Contiene tantas recetas dedicadas a Rossini, que se puede cerrar un menú completo. Muchas de estas recetas han pasado a las altas esferas de la cocina francesa, y de ahí al mundo de la cocina internacional.

El espíritu de Rossini en el mundo de la gastronomía, sigue vivo. Pesaro, su ciudad natal, le honra cada verano con un excelente festival, en el que se representan sus óperas. Los mejores restaurantes (Lo Scudiero y Luigi), ofrecen platos rossinianos, ajustados a nuestro gusto contemporáneo.

Hoy, la cocina de Rossini, se encuentra en todos los rincones del mundo. En Salónica (Sopa de puré de verduras perfumadas con eneldo), en Barcelona (Canelones), en Nueva York (Turnedós con carne de corzo), en Los Ángeles (lenguado), en Singapur (Faisán Suprême), en Tokio (Tournedós y Risotto). El Maestro también ha dejado su impronta en la cocina rápida, con la pizza Rossini, con huevos y mayonesa.

Hotel Ritz
Rossini en el Ritz, son unas jornadas gastronómicas-musicales celebradas en el famoso hotel Ritz de Paris, en las que se recuerda al Cisne de Pesaro. Son un regalo, tanto para el paladar como para la visión. Se detallan a continuación los platos y vinos ofrecidos en el evento:
MENÚ
Hotel Ritz- Paris
Sopa de faisán, "Ombretta Sdegnosa (La pietra del paragone)”, con castañas y trufas
Rigatoni rellenos "Tanti affetti" (La donna del lago)
Scampi Tancredi
Sorbete de alla Grappa
Medallones de ternera "de Rossini en el Ritz"
Manzana al horno "Guillermo Tell"
LOS VINOS
Madeira Assumpçao
Bianco de Villa Antinori 1991
Grappa de Tignanello
Château Lynch Bages 1975
Crema di Marsala Mandorla

Momento Musical
Aunque nunca he puesto música en este blog, hoy, no sé por qué, me ha apetecido. De manera que está a vuestra disposición una grabación que he hecho en MP3, con oberturas de Rossini. He utilizado las siguientes:
1.   La gazza ladra (la urraca ladrona)
2.   Il Turco in Italia
3.   Il Signor Bruschino
4.   La Italiana in Algeri (la italiana en Argel)
5.   Semiramide
6.   La Cenerentola (la Cenicienta)
7.   Il Barbiere di Siviglia (El barbero de Sevilla)
8.   Guillermo Tell
El código de acceso a esta grabación, es el siguiente:
Oír_Audio_Rossini
¡Que os guste y la disfrutéis!

Final
Parece que hubiéramos estado hablando todo el rato de un importantísimo chef que se pasó la vida innovando. Tan grande era su afición y devoción por la cocina y la buena mesa. Quiero cerrar el tema con algunos sucedidos y frases, que se atribuyen al Compositor-Gastrónomo, apasionado del buen yantar y de la vida, en general, pues era absolutamente vitalista:

1.- Al lamentar, Rossini, en cierta ocasión no haber sido charcutero, varios amigos le señalaron que podía haberlo sido. "Me hubiera encantado, pero estuve mal dirigido", remató.

2.- Cierto día, una dama parisina, acaudalada y mezquina a un tiempo, invitó a comer a Rossini a su casa. La comida fue escasa y mediocre, no quedando satisfecho el compositor. En el momento de la despedida, la señora le agradeció haber aceptado la invitación con estas palabras: "Me encantaría que antes de que usted abandonase París comiera otra vez conmigo". "Con mucho gusto, ahora mismo", le replicó Rossini.

3.- Durante un brindis, se dice que, Rossini, hizo un elogio a la Malvasía, bebida con el postre, calificándola de "armonía angelical" y "genio brillante".

4.- Frase vitalista de Gioachino Rossini: “El apetito es la batuta que dirige la gran orquesta de nuestras pasiones”.

5.- Otra frase de Rossini, más vitalista aún: "Comer y amar, cantar y digerir: éstos son los cuatro actos de esta ópera bufa que llamamos vida, y que se desvanece como la espuma de una botella de champagne. Quién la dejó escapar, sin haberla disfrutado, es un loco ".

6.- Rossini, hablaba de “El Mozart de los hongos”, refiriéndose a la trufa blanca por su sabor intenso y su aroma glorioso.

Bibliografía: En La Mesa con Rossini” por Alessandro Falassi
                     “A tavola con Rossini” por Franco Ridolfi
                     “En cucina con Rossini” por Paolo Cecchini

viernes, 16 de diciembre de 2011

El Coliseo Albia de Bilbao

La reluciente fachada
En Octubre del 2010, terminó la rehabilitación de la fachada del antiguo Teatro Coliseo Albia de Bilbao. Se han respetado las paredes exteriores (al tratarse de un edificio histórico). Toda la estructura interior se ha demolido, vaciándola y rediseñándola. Resulta una nueva construcción, con tres sótanos y otras tantas alturas. Será el futuro Hotel-Casino de Bilbao, con noventa y siete habitaciones. El proyecto, está muy avanzado. Creo que ha sido lo mejor que haya podido sucederle a este lugar. Pero me es imposible, no sentir añoranza, cuando recuerdo todos estos años transcurridos.


El que fuera, inicialmente, Teatro-Circo, se inauguró en 1916, con el “Otello”, de Giuseppe Verdi y se clausuró con una “Ariadne auf Naxos”, de Richard Strauss, el 29 de abril de 1999. En más de ochenta años, han pasado por su limitado escenario, las primeras figuras de la Ópera y el Teatro. No miento, si digo que,  queda uno “acongojado”, ante tanto nombre ilustre de Cantantes, llegados al bocho. Quien quiera, puede hacerme una apuesta, para ver si está, un determinado cantante “equis”, que él mismo quiera elegir.


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La llegada del tunante Dulcamara
El viejo local, era el epicentro, de Bilbao y Vizcaya, en el género lírico y el dramático. Desde 1953, casi todas las funciones de ABAO (Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera), se han celebrado allí. Y esta es mi añoranza, cuando recuerdo esas representaciones que escuché y viví. ¡Naturalmente que tenemos el Palacio Euskalduna! Pero de lo que hablo, es distinto, algo único que no volverá a suceder.


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Dulcamara
De aquellas escenificaciones, recuerdo un “L’elisir d’amore”, de Gaetano Donizetti. No estoy seguro de la fecha (quizás 1993). Lo cierto es que, en aquella época, les dio a los escenógrafos por “estirar” el limitado espacio del que disponían para su trabajo. ¿Cómo? Pues invadiendo el pasillo central y los dos laterales, del patio de butacas, para acabar subiendo al escenario. Es decir, los actores, generalmente el Coro, no salían desde detrás de las cortinas: lo hacían como un espectador más.


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Adina y Nemorino
Protagonistas del "Elixir"
Esta ópera genial (L’elisir d’amore), muestra del más puro  italianismo musical, tiene, como es lógico, una parte bufa (también, hay una sentimental). El más alto nivel cómico de la comedia, lo representa un charlatán de feria, llamado Dulcamara. Tiene que hacer como que llega a un pueblecito remoto, para vender su elixir mágico, que sirve para todo. Debe entrar con su carrito, a veces, montado en su animal de carga de madera o cartón. Y la entrada es sonada, porque hace mucho ruido para atraer la atención.


Dulcamara, en este caso, apareció cantando, por el patio de butacas, con su mercancía, que traía en un cestillo. Mientras lo hacía, iba regalando botellines de vino de Rioja a los espectadores del pasillo central de butacas. No eran muestras, no, sino botellas individuales (para un solo bebedor). Y como precisamente yo estaba,  en el lugar adecuado, recibí una. Me hizo gran ilusión, hasta el punto de que todavía la conservo.

jueves, 1 de diciembre de 2011

MUSICOTERAPIA

Mucho se habla de los resultados beneficiosos que produce la música en los prenatales, los niños, los adultos, y se  cita al efecto Mozart, como algo extraordinario. Por todo lo que implica, me ha parecido un tema interesante para mi blog, y, voy a ver si soy capaz de desarrollarlo. A la aplicación de la música para conseguir un efecto, que mejore nuestro estado físico o mental, se le llama musicoterapia.

El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, nos define esa palabra como “el empleo de la música, con fines terapéuticos, por lo general psicológicos”. En una especificación más amplia, debe partirse de esta premisa: considerar que la música, posee las propiedades de una droga, puesto que, puede estimular o reprimir, las funciones del cuerpo.

La música y nuestro organismo
Las diferentes composiciones, empleadas terapéuticamente, consiguen tratar los síntomas, pero no curar las enfermedades. Aunque la música ejerce su actividad en diferentes partes de nuestro organismo, su valor terapéutico principal, reside en la influencia que tiene sobre las emociones. Por eso se aplica, médicamente, como arma psicológica para ayudar al equilibrio de la persona. A continuación, se hace un resumen de los progresos que pueden obtenerse con la música, en el ser humano:
  • Mejora el metabolismo.
  • Baja la tensión.
  • Controla el pulso y volumen sanguíneo.
  • Da más energía muscular.
  • Facilita la respiración.
  • Aumenta las emociones.
    • Provocando o modificando  diferentes situaciones de ánimo.
    • Dando lugar a escapes emocionales.
    • Estimulando la confianza del individuo en sí mismo.
    • Elevando emocionalmente al ser humano.
    • Creando simpatías y haciendo a la persona más receptiva.
  • Equilibra el estado mental
·         Despertando la atención.
·         Alentando las facultades de asociación y la potencia imaginativa.
·         Sirviendo para superar depresiones psíquicas.
·         Aliviando el insomnio y la tensión nerviosa. 
·         Resultando eficaz en el tratamiento de enfermedades mentales.
·         Y desviando la atención del depresivo, disminuyendo su propia angustia.

Éstas son, en principio, unas cuantas de las funciones afectadas que pueden darse por la estimulación musical. Habrá, seguramente, más, pues no se trata de exponer un censo completo.
Origen
El uso de la música en el tratamiento de enfermedades, especialmente mentales, es más antiguo que la civilización. Brujos y hechiceros la utilizaron, no para curar a los pacientes, sino para transportarse ellos mismos, a una situación de éxtasis, que servía para impresionar a la tribu. Los poderes curativos de la música, fueron apreciados por egipcios y persas, y, también, durante la Edad Media.

Aplicaciones Médicas
Seguimos presentando en esquema, una serie de aplicaciones que ha tenido la Música en la Medicina:
·         En la I Guerra Mundial, se utilizó en las neurosis de guerra.
·         En la II Guerra Mundial, se usó en los hospitales como auxiliar del ejercicio físico.
  • Resulta complementaria con otras actividades terapéuticas.
  • Actúa como sedante durante la permanencia en cama.
  • Facilita la digestión.
  • Logra que cesen las peleas en psiquiátricos, utilizando música sedativa.
  • Mejora el comportamiento de los enfermos en la mesa, usando valses y piezas ligeras, durante las comidas.
  • Reduce el temor y el nerviosismo en las salas de operaciones, cuando los pacientes escuchan sus melodías favoritas.
  • Atenúa las molestias de la actuación  de los odontólogos, si los pacientes escuchan música con auriculares.
  • Puede apaciguar a maniáticos y estimular a depresivos.
  • Predispone el estado de ánimo, antes de aplicar hidroterapia.
  • Se obtienen excelentes resultados participando en actividades musicales.
  • La música, el baile, el canto o los instrumentos, sirven de válvula de escape emocional.
  • Puede tener éxito su aplicación, donde fracasa la palabra hablada.
Todo lo expuesto, referido a la ciencia médica, avala la importancia de la música en la estimulación de las personas enfermas. Pero hay que ser escéptico cuando se oye hablar de una curación milagrosa debida a la música. Aunque su trascendencia sea grande, no parece que pueda sanar a nadie. Sí ayuda, desde luego, a mejorarse.

La musicoterapia hoy
El Congreso Mundial de Musicoterapia, celebrado en París, en 1974, definió su especialidad como: “Una técnica terapéutica que utiliza la música en todas sus formas con participación activa o receptiva, por parte del paciente”. Mediante piezas musicales de diverso origen, se intenta curar o reducir problemas de salud. Este método se basa en el principio de que gran parte de las enfermedades, tienen su origen en el cerebro. Después, se focalizan en una parte del cuerpo, dando lugar a los síntomas de la enfermedad.

Con la musicoterapia, se intenta hacer llegar estímulos al cerebro, para conseguir la relajación y, así, atenuar los efectos que produce la dolencia. Se utilizan piezas musicales de diversas procedencias. Son melodías con las que se pueden obtener unos resultados sorprendentes. En los años cuarenta del siglo pasado, esta terapia, se aplicaba como rama de la medicina recuperativa. Conseguía efectos fisiológicos, afectivos y mentales, y contribuía a un equilibrio psicofísico de las personas.

Hoy en día, puede ir dirigida prácticamente a cualquier persona, pero  su mayor utilidad, es la de paliar los desequilibrios nerviosos. Influye, también, sobre el corazón y los pulmones. A continuación, se detallan los colectivos que principalmente usan y se benefician de esta terapia:
  • Enfermos psíquicos: Potencia su autoestima, su auto-identificación, ofreciéndoles la seguridad que necesitan. La repetición de una estructura musical determinada, alivia sus temores y aprenden a relacionarse.
  • Discapacitados físicos: Previene sus frustraciones e impulsa sus motivaciones, para alcanzar metas de rehabilitación. El dinamismo de la música ayuda a recobrar el ritmo físico en casos de una coordinación muscular defectuosa.
  • Drogadictos, en procesos de rehabilitación: Se les intercalan audiciones, improvisaciones, ejercicios de creatividad musical, etc.
  • Personas mayores: Preserva los mecanismos de memoria y recuerdos,  con melodías de su pasado, mientras se neutraliza su ansiedad.
  • Disminuidos auditivos: Simples vibraciones rítmicas, pueden ser un gran remedio, pues pueden llegar a sentirse, incluso, en la piel, los músculos y el sistema nervioso.  Instrumentos como el piano, el tambor y el arpa, son los más indicados para este tratamiento.
  • Otras: Actúa positivamente sobre casos de alcoholismo, tabaquismo, y la prevención de suicidios.
Las emociones viajan a través de la música que, la persona, interpreta o escucha. Las vivencias de cada uno, son únicas respecto a la música con la que han tenido contacto a través de sus vidas. Por eso, los sentimientos que evocan ciertas melodías son, también, únicos. Uno de los motivos más frecuentes por los cuales las personas acuden a musicoterapia, es el mejoramiento de los estados de ánimo. Según el médico y terapeuta, Juan José Lopera: “La música, bien empleada, puede facilitar el contacto con bloqueos emocionales concretos y producir la catarsis necesaria para la resolución del conflicto”.

El esquema básico de trabajo en esta disciplina contempla tres aspectos:
  • La Interacción positiva del paciente con otros seres.
  • La Autoestima, que se desarrolla con técnicas que provocan sentimientos de autorrealización, autoconfianza, autosatisfacción y mucha seguridad en sí mismo.
  • Y el empleo del Ritmo como elemento generador de energía y orden. Es la parte básica, dinámica y potente de la música. Orienta los procesos psicomotores y promueve la ejecución de movimientos controlados.
La influencia positiva y terapéutica de la música es un asunto complejo, condicionado por:

  • La estructura y las funciones del sistema nervioso central y el sistema neurovegetativo.
  • Las glándulas de secreción interna, los órganos internos y la disposición psíquica.
  • Todo ello se combina con la obra musical, que contiene, melodía, armonía, ritmo y timbre.
La música, puede movilizar o bloquear la sensibilidad emocional del sujeto afectando a su memoria, imaginación y representaciones mentales. El terapeuta, que utiliza la música como tratamiento,  debe saber, con exactitud, cuándo y cómo debe actuar.

En el momento en que se escucha una melodía, el cuerpo tiende a seguir el ritmo. No hace falta una concentración profunda en lo que está ocurriendo, sino que debe dejarse que se produzca. De esa manera, el efecto de la música se irá convirtiendo en una especie de masaje sónico, que ayuda a eliminar las tensiones, provocadas por una vida cotidiana cargada de estrés y ansiedad.

La herramienta sonora más poderosa, según muchos terapeutas del sonido, es el canto de armónicos. A través de nuestras propias voces, podemos proyectar a la parte enferma, la vibración  de resonancia correcta, y devolver su frecuencia normal.

Terapia hecha en Casa
Para aquellos interesados que quieran practicar la musicoterapia básica en casa, a continuación se relacionan algunas piezas, en las que se puede uno apoyar,  para determinados casos. Es la opinión orientativa, dada por un profesional en la materia: 


Padecimiento
Autor de la
Música
Obra
Nº. Opus
Ansiedad
Mozart
Sinfonía Linz
K 425
Rodrigo
Concierto
de Aranjuez
-
Vivaldi
Las cuatro estaciones
-

Ansiedad: Se buscan piezas de melodía fácil y agradable, bien recibidas por el oyente.

Padecimiento
Autor de la
Música
Obra
Nº. Opus
Depresión
Beethoven
Concierto
para violín
-
Dvorak
Sinfonía
Händel
Música acuática
-
Rachmaninov
Concierto
para piano
 nº 5

Depresión: Se usan fragmentos tristes que luego llegan a un tono más dinámico.

Padecimiento
Autor de la
Música
Obra
Nº. Opus
Dolor de Cabeza
Listz
Sueño de Amor
-
Rimsky-Korsakov
Himno
al Sol
-
Schubert
Serenata
-

Dolor de Cabeza: Músicas ensoñadoras y románticas, propias del Romanticismo.

Padecimiento
Autor de la
Música
Obra
Nº. Opus
Dolor de estómago
Haendel
Concierto de Arpa
-
Telemann
Música
para la Mesa
-
Vivaldi
Concierto de Oboe
-

Dolor de Estómago: Un tipo de música serena, ubicada, generalmente, en el barroco.

Función
Autor de la
Música
Obra
Nº. Opus
Energéticas
(subida de Ánimo)
Elgar
Pompa y Circunstancia
Nº. 1
Faure
In Paradisum

Mozart
Marcha Turca

Obertura
Las Bodas de Fígaro
Pequeña Serenata Nocturna

Sinfonía Júpiter

Rossini
Obertura de Guillermo Tell
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Sibelius
La suite Karalia
-
Tschaikowsky
Marcha Eslava

Serenata
para Cuerdas
48
Toselli
Serenata

Verdi
Marcha triunfal
Aida

Energéticas: Se escogen fragmentos que combinen partes lentas con otras rápidas e impactantes.

Función
Autor de la
Música
Obra
Nº. Opus
Estimulantes
(Para dar Vigor Físico)
Boccherini
Minueto

Borodin
El Príncipe Igor

Mozart
Minueto
Don Giovanni
Wagner
Marcha nupcial
Lohengrin
Obertura
Los Maestros cantores
Obertura
Rienzi
Popular escocesa
Días Lejanos

Popular napolitana
Santa Lucía


Estimulantes: Son piezas muy sonoras y rotundas. Si fuesen personas, se diría que están seguras de sí mismas.

Padecimiento
Autor de la
Música
Obra
Nº. Opus
Estrés
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Escuchar fragmentos específicos, ayudado por profesional
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Estrés: El profesional da a escuchar al paciente fragmentos musicales específicos, ayudándolo a contraatacar el efecto negativo.

Padecimiento
Autor de la
Música
Obra
Nº. Opus
Hipertensión
Mozart
Serenata
en Sol Mayor
K 13
Vivaldi
Las cuatro estaciones
-

Hipertensión: El Barroco y el Clasicismo están indicados, siempre que se trate de composiciones serenas y tranquilas.

Padecimiento: INSOMNIO
Autor de la
Música
Obra
Nº. Opus
Chopin
Nocturnos
9
nº 3
Chopin
Nocturnos
15
nº 22
Chopin
Nocturnos
32
nº. 1
Chopin
Nocturnos
62
nº. 1
Debussy
Preludio a la Siesta de un Fauno
-
Pachelbel
Canon
en Re
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Insomnio: Se logra el efecto de dormir tranquilamente, aplicando música de instrumentos de cuerda, con ritmos suaves, semejantes a las canciones de cuna.

MUSICA PARA RELAJARSE
Autor de la
Música
Obra
Nº. Opus
-
Mezcla de sonidos naturales y electrónicos
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Albinoni

Adagio


Juan Sebastian Bach
Largo de la suite en si bemol

Conciertos de Brandemburgo

Beethoven
Sinfonía heroica
Para Elisa

Sonata para piano      Claro de Luna

Brahms
Valses
39
nª. 15
Canción
de cuna

Chopin
Estudio para piano Tristeza

Debussy
El mar

Claro de Luna

Offenbach
Barcarola

Saint-Saens
Carnaval de los Animales

Schubert
Sinfonía inacabada


Ave María


Tchaikowsky
Sinfonía
Nº 6
Vivaldi
Concierto
para oboe

Wagner
Preludio
de Parsifal


Relajación: Se utiliza música que mezcle sonidos naturales y electrónicos.

Los musicoterapeutas, permanecen en constante investigación, y están al día en los padecimientos físicos y mentales de la sociedad, para hacer las terapias más específicas en cada caso.

Cuando se trata de un padecimiento severo o cuando no da resultados la terapia casera, habrá que acudir a un especialista. Debe tenerse como principio que, cuando una música provoque sentimientos negativos, es mejor no escucharla, por mucho que se la recomiende. Siempre queda la opción de buscar uno mismo la melodía que nos reviva el ánimo y el deseo de sonreír.

El Efecto Mozart
Tal y como todos entendemos, se define esta teoría, de un modo tan poco concreto, como “el beneficio que puede reportar, escuchar música de W. A. Mozart”. Fue invención de los estadunidenses, en los años noventa del siglo pasado. Hubo muchas investigaciones y se publicaron libros al respecto. Así fue como nació: “los yanquis, que son muy aficionados a las estadísticas, tuvieron la ocurrencia de enfrentar, en unos test de evaluación, a dos colectivos: uno, había  escuchado música del salzburgués, y el otro grupo no”.

El Resultado fue más elevado en los primeros que en los segundos. La razón obviamente, se la adjudicaron a Mozart. El New York Times, publicó los datos, con un título sensacionalista: “Serás más inteligente, si escuchas la música de Mozart”. Naturalmente, hubo un incremento de ventas que, a las casas de discos, les vino al pelo. En algunos estados americanos, se exigió, por ley, que en las escuelas oyesen a Mozart.

Hubo algún gobernador, que empleó dinero público, para que, cada niño, en la escuela, tuviese música mozartiana. Llegó la cosa a un punto en que, uno de los investigadores de la encuesta, dijo: “estarían mejor invertidos los fondos, en programas de educación musical”.

En 1993, una psicóloga y un neurobiólogo, hicieron participe a la sociedad norteamericana, de una prueba que habían realizado. Tomaron a treinta y seis estudiantes y, durante diez minutos, estuvieron oyendo “la sonata para dos pianos en re mayor K.448”. Después, los evaluaron, junto con otros que no habían oído la partitura.

El resultado fue, que Mozart había tenido efectos positivos en las pruebas de razonamiento. Su estudio se publicó en la revista Nature. Al amparo del efecto Mozart, se han creado comercialmente una serie de productos, entre ellos el "baby Mozart". Un par de años más tarde, estos dos científicos, indagaron,  aún más, con pruebas de inteligencia espacial: setenta y nueve jóvenes, a los que proyectaron dieciséis figuras de papel dobladas de diferentes maneras.

Debían adivinar, qué forma tendrían cuando se desplegaran. Durante quince días, un grupo escuchó la “sonata de Mozart K448”, otro hizo la prueba en silencio y un tercero escuchó mezclas de otros compositores. Los resultados fueron: el grupo de Mozart predijo un 62%, los otros dos, un 14% y un 11%.

La polémica estaba servida. Varios investigadores, trataron, sin éxito, de reproducir aquel efecto. Otros tuvieron ocasión de comprobar los resultados. Aumentó, así, el interés por las repercusiones de la música de Mozart sobre el cerebro humano. Según esta opinión, no se duda de que el efecto Mozart exista, aunque limitado, al razonamiento espaciotemporal.

Prescindiendo de estas consideraciones, sí que es verdad que la música de Mozart se emplea en un amplio abanico de lugares y momentos, como: hospitales, intervenciones quirúrgicas, fábricas, bibliotecas, etc., buscando relajarse,  concentrarse, memorizar, etc., según los casos. Pero esto no es nada nuevo, ya que es más que conocido.

Efecto en los no nacidos
De Don Campbell, consta en su currículo que es: músico profesional, crítico musical y autoridad mundial en el empleo sanador de la música. Dícese discípulo de Nadia Boulanger y fundador del Instituto de Música, Salud y Educación. Ha escrito varias obras sobre el tema. El curioso personaje, basándose en que el futuro bebé, reacciona a una gran variedad de sonidos dentro del útero- especialmente en los tres últimos meses-, propone que éste, sea inducido musicalmente por su madre, desde la etapa fetal. Sus investigaciones, aseguran que así  conseguirá estas ventajas:
  • Mejorará su crecimiento.
  • Aumentará su creatividad.
  • Será mayor, también, su desarrollo intelectual, físico y emocional.
  • Reforzará los lazos afectivos entre madre e hijo.
Este buen hombre, asegura, asimismo,  que esa incitación, ha de ser con la música de Mozart, o, al menos, la de su época, porque otro tipo de melodías, no conseguirían efecto alguno. Las obras del genio de Salzburgo, producen un efecto dual, que beneficia enormemente a los bebés: los relaja y los mantiene atentos al mismo tiempo, siendo este el mejor estado para el aprendizaje. Sigue opinando Campbell que la situación, debe prolongarse durante los primeros cinco años de vida.
El objeto de esta terapia, sería conseguir seres más inteligentes y emocionalmente sanos. No obstante, debe tenerse cuidado de no saturar el proceso. La música al igual que otros ejercicios de estimulación, debe ser dosificada; no más de diez minutos, dos veces al día.

No se sabe que habrá de verdad en toda esta teoría, pues creo que no está probada suficientemente. Pero, para aquellas madres gestantes, yo me atrevería a aconsejarles que, por si acaso, efectuaran esta estimulación musical, compartiéndola con el feto.

También en los adultos
Siguiendo con Campbell, en los adultos, Mozart y otros autores de la época, provocan estados de relajación y estimulan la inteligencia.

En 2003, la revista Nature publicó una investigación de la Universidad de California, que reforzaba la idea. Concluía diciendo que, solo diez minutos de una sonata para piano de Mozart, bastaban para mejorar nuestro razonamiento espacial.  

En 2007, financiado por el Ministerio Alemán de Investigación, se realizó un estudio-análisis de toda la literatura científica relacionada con música e inteligencia. Concluía así: “escuchar pasivamente la música de Mozart —o cualquier otro tipo de música del agrado de uno— no hace a una persona más inteligente”.

Otros estudios se han realizado sobre el particular:
A.   En mayo de 2010, un equipo de científicos de la Universidad de Viena, comprobó la influencia de la música de Mozart en tres mil personas.
B.   Los resultados no registraron ningún incremento en la inteligencia de los que habían sido estimulados con música.

También se han apuntado casos de personas con diversas enfermedades psiquiátricas, que han mejorado con Mozart.

Final
Desde 1993, se ha pensado que el “Efecto Mozart”, era un método efectivo para incrementar el intelecto de los niños. A lo largo de dieciocho años, sirvió para montar toda una industria sobre el tema, con un negocio potencial grande, que da muy buenos beneficios, por venta de grabaciones de música clásica para bebes y adultos, programas de ordenador y juguetes didácticos, para estimular la inteligencia, etc. Hoy este efecto, se define como un mito, por parte de expertos neurólogos. El doctor, Sergio Mora, del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile, matiza sobre el particular: “No se trata de que los niños sean más inteligentes, si escuchan música, sólo se predisponen mejor para el aprendizaje”.

Hemos comentado ya, la influencia positiva de la música en ciertas dolencias y actividades. En el campo docente, mejora el razonamiento espacio-temporal del alumnado. Una composición de Mozart o de cualquier otro genio de la música, puede ayudar, por ejemplo, con las matemáticas u otras asignaturas.

Se dice también que, exponer a un bebé, a un programa didáctico de ordenador, le ayudará a estimular su cerebro, incrementando sus aptitudes. El cerebro va creando nuevos vínculos neuronales,  gracias a la estimulación cerebral, que puede hacerse cuando somos pequeños, mayores u ancianos. Esto es así dada la flexibilidad que tiene, para seguir creando nuevas conexiones neuronales. Por tanto, estimular a los pequeños, sí, pero no se incrementan más por eso sus aptitudes. No obstante, hay otras posibilidades de estimulación intelectual: enseñarles a incrementar su sociabilidad, así como a curiosear y a descubrir cosas.

Sir Thomas Beecham
Para terminar, dos citas sobre la música. “Si yo fuera un dictador, obligaría a cada persona, entre los cuatro y los ochenta años de edad, a escuchar a Mozart durante un mínimo de quince minutos al día, al menos durante cinco años”. Muy curiosa esta cita del director de orquesta inglés, Sir Thomas Beecham (1879/1961).

La música es el corazón de la vida. Por ella habla el amor, sin ella no hay bien posible y con ella todo es hermoso”  del compositor y pianista, Franz Liszt (1811-1886).